A todas las madres y esposas muertas que junto con nosotros iniciaron la búsqueda y se han ido sin volver a ver a los que amaban: Thelma, Rosa María, Lucina; Manuelita, la Doña Sollano, Lichita, Delia, Laurita…

A todas las madres de los desaparecidos en América Latina y en el mundo.

A quienes han salido de las cárceles clandestinas del gobierno mexicano y han tenido el valor de acercarse a nosotros para dar testimonio de que vieron con vida a otros desaparecidos.

A ellos, a los desaparecidos, con la decisión inclaudicable de luchar hasta devolverles “todos los soles que les han robado”.

A todos los hijos que desde el día en que de sus casas vieron salir a sus padres, tercos esperan su regreso a pesar de tantos aniversarios.

A nuestro hermoso pueblo mexicano, que junto con otras regiones de la América Latina, sediento está de justicia.

A los revolucionarios de hoy y de siempre.

A la paz, la justicia, la fraternidad, la solidaridad, la dignidad, la lealtad, y a toda persona que alza la mano y la voz para encontrarlas.

A nuestros familiares, en cualquier lugar que estén ¡Los Encontraremos!

Comité ¡ Eureka!
El comité eureka es una organización que surge dentro del contexto de la guerra sucia en México, se fundó en el año de 1977 con el nombre de “comité Pro-Defensa de presos, perseguidos, desaparecidos y exiliados políticos de Mexico por Rosario Ibarra de Peidra, Madre de Jesus Piedra Ibarra detenido-desparecido en Monterrey.

El comité Eureka se plantea en un principio lograr la presentación de los desaparecidos por parte del Estado mexicano, aunque con el paso del tiempo, han llegado a demandar la indagación de los crímenes cometidos por el gobierno mexicano contra los opositores.

Contexto

La década de los 70 sacudió terriblemente las dinámicas sociales y políticas de América Latina, muchos gobiernos se caracterizaron por la implementación sistematizada de la represión en todas sus escalas y modalidades en contra de la población que tuviera posturas políticas distintas a la de quienes detentaban el poder. 



De naturaleza golpista como son los casos de Argentina y Chile, otros “institucionalmente” instaurados, crearon verdaderas escuelas de terrorismo, atentando contra toda posibilidad de desarrollo democrático e ideológico. 



Las grandes injusticias y los rezagos sociales, así como el desarrollo de algunos grupos al amparo de las instituciones, fueron variables dignas de observación por grandes pensadores y entusiastas jóvenes que veían en otras regiones del mundo la posibilidad de aspirar a sociedades más justas y equitativas. 



El triunfo y el desarrollo de la Revolución Cubana ha sido sin duda un referente para la mayoría de las organizaciones sociales que en la llamada Patria Grande se han desencadenado. Se manifestó así que otras formas de estructuración nacional son posibles. 



Por otro lado, en México hubo condiciones específicas que provocaron un sinnúmero de corrientes de pensamiento y acción. Estas anhelaban cambiar los esquemas de Estado y gobierno, aspirando a una sociedad con posibilidades de verdadera libertad y justicia social. 



Aunque desde 1965 se dio en Ciudad Madera Chihuahua lo que se considera el primer levantamiento guerrillero, se podría decir que 1968 ha sido el triste parte aguas que sacudió la vida política de la izquierda en toda la nación. El entonces presidente de la República , Gustavo Díaz Ordaz, implementó una política de total represión contra una lucha social pacífica, que crecía a la vez que puntualizaba una serie de demandas inherentes al respeto de la vida estudiantil. El Movimiento del 68 aglutinó integrantes de todas las escuelas de la capital del país, pero también logró extenderse a otros estados, y se expandió de tal manera que integró una gran cantidad de personas de todos los sectores: amas de casa, obreros, maestros, profesionistas, intelectuales, etcétera. 



La noche del 2 de octubre la plaza de las 3 culturas se vio manchada de sangre, cientos de personas murieron por las balas del ejército mexicano y el batallón Olimpia, otras muchas fueron encarceladas y torturadas. 



Tales hechos, si bien sembraron terror en algunos sectores de la población, en otros llevaron a replantear las posibilidades de aspirar a verdaderos cambios sociales a través de la creación de una nueva vida política e institucional en la Nación. 



Ante la negación del Estado a la participación democrática, surgieron así una serie de grupos políticos, que en mayor o menor escala utilizaron la guerrilla como un instrumento para aspirar a sus objetivos. 



A partir de esto, el gobierno a través de sus distintos aparatos y operadores, omitió toda posibilidad de encontrar soluciones políticas, en su lugar emprendió la creación del mayor aparato represor nunca antes visto, violando sistemáticamente el estado de derecho. 



La desaparición forzada, el asesinato, la tortura, las golpizas, fueron prácticas que el gobierno generalizó hacia los movimientos y organizaciones sociales, como lo fue en 1971 el “Jueves de Corpus”, pero también hacia toda persona sospechosa de participar en la lucha, incluyendo a familiares de luchadores y activistas. 



El 18 de abril de 1975, a manos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), una policía anticonstitucional que fue creada por el gobierno para reprimir, fue detenido-desaparecido en Monterrey, Nuevo León, Jesús Piedra Ibarra, estudiante de medicina, a quien su ética y bien cimentados criterios de justicia llevaron a buscar una formación ideológica, integrándose así al grupo guerrillero Liga Comunista 23 de septiembre. Desde entonces su familia, pero especialmente su madre, Rosario Ibarra de Piedra, se dio a la tarea de buscarlo y reclamarlo a las autoridades mexicanas. 



En esa búsqueda Rosario se encontró con otras madres con el mismo reclamo: la presentación con vida de sus hijos. 



Así fuimos conformando un grupo organizado, integrado por familiares de los desaparecidos, que desde 1977 se conoce como Comité Pro-Defensa de Presos Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, hoy Comité ¡Eureka! 



En agosto de 1978, mediante una histórica huelga de hambre en la Catedral de México, arrancamos al gobierno de José López Portillo una amnistía para los presos políticos. 



Un año más tarde nació el Frente Nacional Contra la Represión (FNCR), el cual aglutinó a 54 organizaciones. Su lucha sin precedentes logró que el gobierno de José López Portillo empezara a liberar desaparecidos. 



A pesar de las amenazas e intimidaciones, muchos de los desaparecidos – encontrados tuvieron el valor para dar sus testimonios. En ellos narraban cómo habían sido sus detenciones, los lugares a los que habían sido recluidos, las condiciones, pero la información que resulta invaluable se refiere a los otros desaparecidos que vieron con vida en las cárceles clandestinas. Así, el movimiento ha tenido mayores elementos para continuar exigiendo al gobierno la libertad de los desaparecidos. 



A la fecha, gracias a esta lucha han sido liberadas 148 personas. Sin Embargo, a la fecha en el Comité ¡Eureka! tiene registradas 557 desapariciones, que desde 1969 han aumentado la lista sexenio a sexenio. 



Eureka se constituye como una organización que busca verdad y justicia, y asumen su lucha de manera ética, construida desde una valoración de la vida y la condición humana.