En México hay más de un millón de menores de 19 años con discapacidad y un alto porcentaje de ellos no asiste a la escuela, por lo que garantizar su educación es un reto para el Estado mexicano, coincidieron el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Conapred y organizaciones de la sociedad civil.
México tiene el tercer porcentaje más alto de jóvenes que no estudian ni trabajan, entre los 34 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), solo por debajo de Turquía e Israel.
Hace más de un decenio, Patrick Young fundó Theatre for a Change, organización no gubernamental que utiliza técnicas de teatro participativo para empoderar a mujeres y hombres para que lleven a cabo el cambio y exijan sus derechos sexuales y reproductivos. En esta entrevista, habla con Amnistía Internacional sobre los comienzos de sus talleres originales, de la capacitación de agentes de policía y de por qué la educación en derechos humanos tiene la clave para mejorar las vidas de las personas más marginadas.
El proyecto ha tenido realmente éxito e interés porque ha implicado la participación real de mujeres que no solían hablar en público debido a las autoridades masculinas de sus comunidades, pero interpretar un papel en una obra teatral les brinda una plataforma para la expresión.