Por un lado, existen mecanismos de facto de incumplimiento de las obligaciones de México en la administración pública federal y estatal y por otro lado, la falta de un mecanismo efectivo a cargo del Estado Mexicano para dar seguimiento a las recomendaciones del Comité CEDAW lo que favorece una cultura de la simulación, en lugar de una cultura de cumplimiento, la cual contribuiría a favorecer el ejercicio de los derechos de las mujeres y el diseño de políticas adecuadas para responder al mismo tiempo a la grave situación de las violaciones a sus derechos en el país y a los compromisos de México en la materia.